Me gusta restaurar los muebles de metal cada cierto tiempo
Son robustos, estables y duraderos, pero cuando se trata de estética, son muy delicados. Sobre todo si los dejas en el exterior durante períodos prolongados.
Los cambios drásticos de temperatura, el sol y la lluvia terminan arruinando tanto la apariencia como la estructura de los muebles de metal.
Las casas siempre tienen algún tipo de mueble hecho de metal, no importa cuán pequeño sea. Las sillas, por ejemplo, son muy comunes, pero terminan arruinadas, sobre todo si están a la intemperie.
Sin embargo, no todo está perdido.
Para el post de hoy, te explicaré cómo restaurar una silla de metal. ¡En poco tiempo quedará como nueva!
Material necesario
- Cepillo de púas de metal.
- Una lijadora orbital con discos abrasivos. Si encuentras varios de distinto calibre, mucho mejor.
- Pintura para metal del color que más te guste.
- Mascarilla, guantes y lentes para asegurar tu protección ante los productos químicos que usarás.
- Todos estos instrumentos puedes conseguirlos en cualquier ferretería cercana si no los tienes en casa. Necesitarás también de una cubeta, una esponja, detergente y agua.
Cómo restaurar la silla paso a paso
Antes de comenzar a restaurar la silla, el armazón debe estar vacío.
Esto quiere decir que debes remover el cojín, los tornillos o cualquier otra cosa que esté presente en el mismo.
Cuando hayas terminado, comienza a limpiar el metal con agua y detergente, mientras que a la vez, eliminas los restos de óxido .
Si la silla tiene algún agujero o grieta que quieras eliminar, hay negocios que venden relleno de metal líquido. Sin embargo, yo creo que no es del todo necesario.
Una vez terminado este paso, deberás lijar las asperezas con la lijadora orbital hasta lograr una superficie homogénea. También puedes usar el cepillo de púas.
El hierro se oxida con lentitud hasta llegar a un punto en el que ya no es resistente.
Yo también suelo olvidar cosas, y cuando me doy cuenta ya es demasiado tarde: los trozos de metal oxidado están por toda la casa.
Si te pasó lo mismo que a mí, y la oxidación se ha expandido por todo el armazón, entonces necesitas aplicar una imprimación anti-óxido.
Esta imprimación inhibe la oxidación del metal, y tu silla durará más tiempo. La puedes conseguir en las ferreterías.
Después de aplicarla en la silla (yo recomiendo dos capas) puedes comenzar a pintarla.
Cómo pintar una silla de metal
Escoge tu color favorito. Y si has usado la imprimación, entonces la pintura deberá ser específica para ella. De lo contrario, todo tu esfuerzo habrá sido en vano.
Una vez la pintura se haya secado, te recomiendo aplicar una capa de sellante a base de uretano. De esta forma, tu silla será resistente a la abrasión y permanecerá linda durante mucho tiempo.
Después de haber finalizado, añade un cojín o adornar el armazón a tu gusto.
¡Hasta la próxima!